Las calles de Palma se han llenado esta mañana de turistas que habían desembarcado de los cinco cruceros que amarraron por la mañana en el puerto de la ciudad. Solo uno de ellos, el Wonder of the Seas, que es el barco de diversión más grande del mundo, llevaba más de 5.000 clientes a bordo y la mayoría de ellos aprovechó la mañana para conocer los principales puntos de interés por la ciudad.
Hacía más de dos años que no se repetía la imagen de los cruceros ocupando los principales muelles del puerto y la presencia de miles de turistas paseando, y consumiendo, por las principales calles de Palma.